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Hoy en día ponerse a dieta
para adelgazar ha llegado a convertirse casi en una moda. Sin embargo, a
la hora de tomar esta decisión, conviene tener en cuenta
una serie de aspectos. Sin duda tenemos que considerar si
es una cuestión
de salud, por estar en una situación de sobrepeso u
obesidad, o es una cuestión meramente estética.
En este último caso conviene saber que, si estando
dentro del rango de peso adecuado para nuestro
sexo, talla
y edad, deseamos disminuir o aumentar el volumen de determinadas
zonas de nuestro cuerpo, en muchos casos ni dietas, ni por
supuesto alimentos concretos, solucionan estos aspectos. |
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La persona más indicada para asesorarnos
y acompañarnos en este proceso debe ser un medico.
Las buenas pautas dietéticas han de ser siempre personalizadas,
por lo que hemos de tener cuidado con aquellas dietas sacadas
de cajón o surgidas del boca a boca, que no reparan
en gustos ni costumbres y no son resultado del estudio detallado
de las personas que las solicitan.
Quizas te sorprenda que precisamente yo que divulgo mi dieta
JV este diciendo esto, en mi dieta te recuerdo que se come
de todo y no se vende nada, simplemente comparto mi
dieta y
mis experiencias.
Además, has de tener
en cuenta los aspectos psicológicos del paciente que
en muchos casos van asociados al aumento de peso (estrés,
ansiedad, depresión, trastornos de la conducta alimentaria). ¿Sabías
que los alimentos, además de responder a requerimientos
energéticos y nutritivos también lo hacen a
requerimientos sensoriales? Es por esto que lo más
saludable a nivel físico y mental es comer de todo
y no prohibirnos alimentos, ya que además, la prohibición
acaba creando obsesión, esta es uno de los éxitos de mi dieta
JV. |
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Se ha escrito mucho acerca de dietas que eliminan
el consumo de alimentos ricos en hidratos
de carbono (pan,
pasta, arroz). Los mayores expertos de nutrición de
España y del mundo recomiendan incluirlos en nuestra
alimentación diaria ya que precisamente éstos
retrasan la aparición del apetito por su efecto saciante,
desplazan el consumo excesivo de alimentos ricos en grasa
y son los principales responsables de la nutrición
del cerebro.
Una perdida adecuada y mantenida de peso se conseguirá con
una reducción calórica progresiva. Las pérdidas
bruscas, sin embargo, son difíciles de asumir por nuestro
organismo por mucho tiempo. La práctica de actividad
física moderada adaptada a las características
de la persona no solo nos facilitará el control del
peso sino que además nos dará calidad de vida.
Unas buenas pautas dietéticas enseñarán
a comer, educarán y establecerán objetivos realistas
a largo plazo. Incluso con la intención de perder
peso,
se han de crear hábitos susceptibles de mantener toda
la vida. |
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